domingo, 20 de julio de 2008

No habrá forma del olor, no habrá manera del baño

Me encontré a Jesús
en un toque de cuatro pesos de propina.

Era veintisiete de Junio,
y en el lago del parque rodó había bastante frío.

Pero en un determinado momento,
una figura esbelta caminó sobre el agua del lago.

De pronto el agua se transformó en vino,
rosado dulce.

De pronto los tabacos cerrito
se transformaron en cañotes de marihuana.

De pronto los hippies
dejaron de caminar en línea recta

De pronto los morrales
se transformaron en coquetas maletas.

De pronto un collage de milagros
nos abrumó.

Jesús tomó más de la cuenta,
y le pegó pa la milagreada.

ciegos que ahora ven,
mancos que se atan los cordones solos

sordos que comienzan a oir,
mudos que recitan las capitales de África

oyentes mancos que ahora se tapan los ojos
para no ver el impresionante espectáculo

Todo eso, por obra y gracia
de cristo nuestro señor.

Cerca de las dos de la mañana
con mis percepciones menguadas

recuerdo haberlo visto, magnánimo,
alejarse del brazo de una hippie con calzas apretadas

moraleja:
Si usted es el mesías, y anda buscando pareja, no dude en ir a ver un toque de cuatro pesos de propina, en el lago del parque rodó. Un veintisiete
de Junio.

1 comentario:

  1. je je. "No habrá forma del dolor, no habrá manera del daño". Siempre te gustó esa frase, pero la mejoraste Dario. "No habrá forma del olor, no habrá manera del baño". Bien, pulgar para arriba.

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