domingo, 10 de octubre de 2010

Ardo gorria bat

Llueve. Llueve mucho y yo estoy acá,

sequito, de este lado de la ventana.

En la calle las gotas suben

y llegan casi casi hasta el piso.

Caigo en gotas

y me doy contra el techo.

No puedo dormir y estoy acá,

pensando,

repiqueteando mi frente como garúa,

como esas gotas de dudas,

que percuten en el techo.

Es que estoy solo acá.

Escondido tras mis padres y mis amigos;

la concha de la madre. Solo.

Solo y con un miedo que derrite.

Mierda,

hoy es una de esas noches

en las que el vino me ilumina

y me doy cuenta:

la vida está demasiado difícil para tener que vivirla de a uno.


Y ya que escuchaba este tema mientras escribía...

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