jueves, 1 de diciembre de 2011

Algún que otro inoportuno rayo de sol

Volví a caer

en este amanecer,

aferrado a la lapicera

con las baldosas sucias

de mi vereda

haciendo de papel;


ando cargado de cuentos tintos,

de imágenes rosado-dulce,

de indecisiones y laberintos

en cajas de cartón;


justo me vine a caer

en este extraño amanecer,

atragantado con sueños dulces,

por querer dormir de apurado,

por soñar, soñar y soñar sin masticar.


Ahora entiendo porqué no duermo:

de tanto abrirles el corral

se me van escapando los sueños.


¿Cuál de ellos va a desafiar al resto

y va a meterse de vuelta en mi corral abierto?


Sólo queda la vigilia policía,

otra mañana miliquera,

y la implacable represión

de algún que otro inoportuno

rayo de sol.

6 comentarios:

  1. siempre es malo no dormir, salvo cuando salen poemas lindos :)

    anda a saber cuando no es "inoportuno" un rayo de sol.

    S.H.

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  2. El primer rayo de sol es inoportuno casi siempre -no se ocurre cómo contradecirte por más que lo intento, S.H-; además es intrusivo, violentamente intrusivo.
    ¿Existe "intrusivo"?
    Espero que sí.
    Pero creo que no.

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  3. esto no me deja postear un comentario como yo (yo) pero ta...lo pongo como anonimo dice, pero que tengas claro que no soy anonimo dice, soy yo.

    me gustan los finales de tus poemas y este no fue la excepcion

    salu botija,
    Txus

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  4. Gracias, gracias No-anónimo dijo; todo elogio a mis finales es bienvenido.

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  5. Hay que escupirlos: escupir es todo lo que puedes hacer.

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  6. Yo los vomito, pero siempre me termino manchando la ropa.

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