Así era el Jesús de las películas sesentonas que me mostraban en la escuela. Hasta llegaron a decirme que la luz de su alma daba ese color azul de los ojos.
En otra película –de la cual no pude obtener imágenes, aun- Jesús aparecía rubio, con pelo largo de hippie prolijo y torax de guardavidas californiano, sanando y sanando, haciendo caminar paralíticos y haciendo que los mancos se ataran los cordones por sí mismos. Este es, entonces, el Jesús de mi infancia.
Jesús
Esta cara de personaje escapado de un capítulo de Mac Gyver se corresponde con la imagen de Jesús que aparecía en las carpetas de catequesis de quinto año en adelante. Época que podría denominarse como “el progresismo” a la hora de diseñar una imagen publicitaria de Jesús.
Además se corresponde con las caras de Jesús en las películas de los ochenta, donde se aceptaba que Jesús no fuese ario, pero hasta por ahí nomás. Estas películas llegaron de modo masivo al público en las pascuas cristianas de los ochenta a esta parte, a través de los canales abiertos de televisión.
Esta cara de personaje escapado de un capítulo de Mac Gyver se corresponde con la imagen de Jesús que aparecía en las carpetas de catequesis de quinto año en adelante. Época que podría denominarse como “el progresismo” a la hora de diseñar una imagen publicitaria de Jesús.
Además se corresponde con las caras de Jesús en las películas de los ochenta, donde se aceptaba que Jesús no fuese ario, pero hasta por ahí nomás. Estas películas llegaron de modo masivo al público en las pascuas cristianas de los ochenta a esta parte, a través de los canales abiertos de televisión.
Jesús
Producto del auge de las señales de televisión por cable, y de un repentino uso de la razón de gran parte de los espectadores, la televisión abierta sufrió un desprestigio y abandono tremendos. Y al Jesús fílmico le sucedió lo mismo. Su ámbito de estrellato se limitó al género documental, testimonial, histórico; y esta cara se corresponde con la imagen del Jesús del History Channel. Según decían en un programa de dicho canal, con un no muy claro rigor científico como nos tiene acostumbrados, esta imagen es la que se debió ver en el santo sudario.
Un Jesús aburrido, de museo.
Producto del auge de las señales de televisión por cable, y de un repentino uso de la razón de gran parte de los espectadores, la televisión abierta sufrió un desprestigio y abandono tremendos. Y al Jesús fílmico le sucedió lo mismo. Su ámbito de estrellato se limitó al género documental, testimonial, histórico; y esta cara se corresponde con la imagen del Jesús del History Channel. Según decían en un programa de dicho canal, con un no muy claro rigor científico como nos tiene acostumbrados, esta imagen es la que se debió ver en el santo sudario.
Un Jesús aburrido, de museo.
Jesús
Este Jesús mete onda. Es de principios del siglo 20 (o de repente no) y lo encontré de casualidad. Tiene cara de estampita. Lo que se dice un trabajo publicitario muy bien hecho, redondito, completo. Vendible.
Con un morral, ojos achinados y sonrisa firme, perfectamente podría escuchar once tiros.
Este Jesús mete onda. Es de principios del siglo 20 (o de repente no) y lo encontré de casualidad. Tiene cara de estampita. Lo que se dice un trabajo publicitario muy bien hecho, redondito, completo. Vendible.
Con un morral, ojos achinados y sonrisa firme, perfectamente podría escuchar once tiros.
Jesús
Violento, decidido, duro y disciplinado pero sin perder la ternura. Éste es el Jesucristo de las tendencias izquierdistas y derechistas progre.
Actualmente, un Jesús de remera. O incluso, si se busca bien en alguna feria o puesto callejero, ¡es un Jesús de billetera! En definitiva, un Jesús mucho más acorde a los tiempos en los que vivimos.
Violento, decidido, duro y disciplinado pero sin perder la ternura. Éste es el Jesucristo de las tendencias izquierdistas y derechistas progre.
Actualmente, un Jesús de remera. O incluso, si se busca bien en alguna feria o puesto callejero, ¡es un Jesús de billetera! En definitiva, un Jesús mucho más acorde a los tiempos en los que vivimos.