Es de noche; el ómnibus espero.
Llueve, hay viento y truenos.
Absorto, de nada me entero.
Solo añoro aquellos tiempos buenos
en que estaba en casa
sequito y calentito,
con mi café en una taza
sin esta bic ni el papelito
El ochenta y dós no pasa
No puedo ir a casa
Me mojo y me quejo
me mojo y me quejo
el viento en la cara
mi respiración truncada
la visión no es clara
ya no veo nada
pero la voluntad terca
que me distingue a mí
permite que vea de cerca
un taxi llegando hacia aquí
la lluvia tan fuerte
en el taxi reluce,
con mirada sugerente,
el conductor me seduce
despacio acerca el coche
bien cerca de la vereda
la lluvia y la fría noche
me tientan para que ceda
de reojo lo miro
él mira desde el autito
yo mi plata no tiro
ni pa viajar calentito
en Peñarol nací
y espero el ochenta y dos
yo fui criado así
no importa la gripe y la tos.
Como engaña el título!!!
ResponderEliminarMuy bueno Dari! yo hubiera hecho lo mismo, a pesar de no ser peñarolense.
Besos!
Vos siempre buscandole el lado poetico a la cosa.......: ¡eso no es "seducción" es abuso!
ResponderEliminarMe acuerdo cuando pasaba, pero por orgullo nomás, igual que vos, no me lo tomaba.
Y por lo que veo en el comentario anterior, somos por lo menos tres.
Gregoria:claro claro, no es patrimonio del barrio ese tipo de comportamiento, es solo que nos suele pasar eso de no tener omnibus para volver;desconozco si se puede llegar de Montevideo a Stone City con facilidad durante la noche en ómnibus ("con facilidad" quiere decir que no haya que bajarse a treinta cuadras)de cualquier manera, una vez más, procedemos de igual manera. Bien ahí.
ResponderEliminarCaptain: Por suerte no sos juez penal. La cantidad de condenados por abuso(sexual supongo)sería enorme.