Con mi gorro de maquinista
Recorro el mundo en mi trencito de juguete.
Desde sus vagones de plástico, veo el paisaje;
veo las rocas de papel crepé,
las onduladas praderas de papel glasé
y las casitas de cartulina.
Con mi gorro de maquinista
manejo los destinos de mi cuerdomotora:
los rieles se entrecruzan, danzan, coquetean,
ensortijan su pelo y hacen caritas.
¡Afeitadoras azules cuelgan del techo!
Pendulean, imitando mal a las estrellas;
cortan el aire, rasuran el tiempo,
depilan la vida, y desfían a Alberto.[1]
[1] Alberto era el barbero del lugar; lamentablemente debió emigrar a otros pagos para intentar conseguir una vida mejor y garantizar el sustento económico de su familia.
La cuerdomotora....
ResponderEliminar=) La cuerdomotora....
ResponderEliminarOO la cuerdomotora!!!!!!
ResponderEliminarLa cuerdomotora..........
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