No deberían darme
la libreta para conducir-me.
Creo que no paso el examen.
Lo lamento mucho,
por mí, especialmente,
pero se me apagó el auto
en el repecho de la envidia.
Y está muy mal.
Y lo sé.
Pero te tengo envidia,
flaco.
Y no es una envidia sana,
si es que tal cosa fuese posible;
es una envidia fea,
muy cochina.
Quiero lo que vos tenés,
y que vos no lo tengas más;
no es nada personal, y está muy mal,
tan solo no lo puedo evitar.
Yo no pude sacar la libreta
para conducir-me.
Me gusto mucho, mucho "se me apagó el auto en el repecho de la envidia".
ResponderEliminarPulgar para arriba.