lunes, 1 de agosto de 2011

Las verdaderas aventuras de Darío 3: Evangelización

-(...) y vas a vivir a su lado, el resto de la eternidad.

-A ver si te entendí… ¿los de tu religión creen que un zombi cósmico judío que era su propio padre y nació de una mujer que no tuvo sexo para concebirlo y lo llevó en su panza por obra de su padre –osea de él mismo- y luego lo dio a luz, y resultó que tenía superpoderes y podía curar a la gente , y que nos podemos comunicar con él telepáticamente, y si comemos simbólicamente su carne y bebemos simbólicamente su sangre nos va a dar vida eterna y nos va a quitar un mal que él mismo puso ahí algunos años antes cuando una mujer –que nació de una costilla- lo hizo enojar al comer una fruta prohibida de un árbol mágico porque una serpiente que hablaba le dijo que lo hiciera?

-…

-¡Ah! ¡Me olvidaba de los niños voladores con alas y de los señores con túnica que con dos palitos colocados en forma perpendicular con respecto uno del otro y un poco de agua mágica sacan espíritus malos malos malos del cuerpo de la gente!

-… No vine aquí a que me tomen el pelo.

-Pero no te vayas, todavía no me contaste la parte del arca donde había dos animalitos de cada especie, y por lo tanto había también peces, a pesar de que estaba todo el planeta inundado de agua y el único lugar sin agua era precisamente el arca, y que había incluso depredadores que bien podrían haberse comido a otros pasajeros del arca pero que decidieron no hacerlo; ni tampoco me contaste de esos tipos que vivían seiscientos años cuando el promedio de vida era la mitad que ahora, ni de ese que vivió adentro de una ballena –perdón, no una ballena, “un pez muy grande” …porque una ballena sería ridículo.

¡Por favor no te vayas! ¡Me estás convenciendo!

4 comentarios:

  1. Gracias. En realidad alcancé a decirle la primera parte nomás. Se fue antes. Pero igual pude gritarle el final igualito a como lo puse ahí en el texto.

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  2. "Niños voladores" y "colocados" en el mismo párrafo tiene mucho sentido, aunque no sea teológico.
    "Zombi cósmico judío" es sublime. Y podría seguir, pero el texto abunda en momentos felices como esos.
    No entiendo por qué los que reciben ese tipo de educación reniegan de ella.
    En la escuela 116 no había zombies; ¿la suya se llamaba George Romero, acaso?

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  3. No....se llamaba San José - hijas de María Auxiliadora (seccional barrio Peñarol)

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