-Me hubiese gustado contarte esto antes, papá- dijo Marcos, con la mirada hacia abajo.
Hizo una pausa, y luego agregó, con la mirada fija en la lápida:
-Tengo novio, papá. Y soy feliz.
Juan, que sostenía tembloroso el paraguas para protegerse de la lluvia, tomó la mano de su novio y se la apretó.
me puso triste, me gustó, pero me puso triste.
ResponderEliminarPOr gente como vos el país está como está. Se ha perdido todo respeto!
ResponderEliminarGracias Seba, lo tomo como un elogio.
ResponderEliminarLo tuyo Hoski, naturalmente, lo tomo como un elogio también.
Vendría bien también un "hay que matarlos a todos", al grito, sin aclarar bien a quién, ni por qué razón.