Que el cafecito a la mañana
para despertarse antes de ir a trabajar;
que el cafecito después del almuerzo,
para volver al trabajo más o menos despierto;
que el cafecito en el trabajo,
para no andar con sueño;
que el cafecito de vuelta a casa,
para acompañar la merienda;
que las pastillas para dormir,
y las de no imaginar gente;
que el vino a vomitar
en la noche del sábado.
balance perfecto de sustancias.
No podría sentirme más identificada... jeje
ResponderEliminariris de morfina probocado x la cafeina juajua!! cafe,pucho y el sublime pedo semanal juajua!! sobredosis q pulsa,pulso,impulsa fuerza grabitacional para pasar el dia levemente legal narcotizado!
ResponderEliminarYo preparo el café instantáneo de la siguiente manera: poner dentro de la boca (cuidado en este punto, eh!) 2 cucharadas de café, con 2 cucharadas de azúcar y dejar que la saliva haga el resto.
ResponderEliminarAhorra tiempo y te podés tomar cuantos quieras en el día.
Lo sospeché, Gregoria, lo sospeché.
ResponderEliminarEn mi caso, Mario, no hay "pucho",porque no fumo; hay en cambio pastis para no imaginar gente. :)
Y tu manera de hacer café, Oscar Wild, me resulta bastante interesante. Creo que la voy a probar.
doctor, llegó el mail que mandé a abacoslibro?
ResponderEliminarSí..me llegó...que vergüenza, recién ahora chequeo. Te respondí, estimado. Demoré, pero respondí.
ResponderEliminardopado siempre dopado
ResponderEliminarme voy a terminar creyendo que sos como el aurelio ese