La ví por la ventanilla
y enseguida me decidí.
Me incorporé,
lentamente,
mirando con disimulo al resto del pasaje,
tratando de no llamar la atención.
Abrí con mucha calma la ventana,
la volví a mirar, y tomando impulso
le tiré con todas mis fuerzas
uno de esos besos que atraviesan paredes.
Lamentablemente
ella no se percató de mi acción,
y el beso le dio de lleno en la cabeza
partiéndole el cráneo en ocho pedazos.
Según pude concluir, luego de que el ómnibus partió
y dejó atrás el tumulto de gente
que se había reunido alrededor del hermoso cadáver,
el amor mata.
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hey,Darío, yo sé que me quieres mucho, que soy tu amiga hace ya bastante tiempo,pero por favor no me envíes besos de esos, que es que siempre ando distraída y de seguro me partes la cabeza en varios pedazos, eh.
ResponderEliminarSaludos de todos aquí, Mirena