Ya no sé qué hacer con mis libros. Por las noches mientras intento dormir hacen un ruido impresionante. Se abren y se cierran; las hojas pasan violentamente; creo que las palabras pasan de un libro a otro; creo que alternan su orden, su lugar; creo que desobedecen reglas de sintaxis e incluso idiomas. Se mezclan todas, ruidosamente. Sin embargo, cuando prendo la luz y reviso los libros, todo parece estar en orden.
domingo, 28 de febrero de 2010
Literatura ruidosa
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