Llueve. Llueve mucho y yo estoy acá,
sequito, de este lado de la ventana.
En la calle las gotas suben
y llegan casi casi hasta el piso.
Caigo en gotas
y me doy contra el techo.
No puedo dormir y estoy acá,
pensando,
repiqueteando mi frente como garúa,
como esas gotas de dudas,
que percuten en el techo.
Es que estoy solo acá.
Escondido tras mis padres y mis amigos;
la concha de la madre. Solo.
Solo y con un miedo que derrite.
Mierda,
hoy es una de esas noches
en las que el vino me ilumina
y me doy cuenta:
la vida está demasiado difícil para tener que vivirla de a uno.
Y ya que escuchaba este tema mientras escribía...
Es rico el vino de navarra sí...pero...=/ tu poema me puso triste.
ResponderEliminarEs Aurelio, yo que sé.
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