Quiero
amanecer
pensando
en lo último que vos pensaste anoche,
antes
de abandonarte a soñar.
Quiero
el momento justo
en
que dejaste de ser vos despierta,
para
ser vos dormida,
cuando
dejaste de ser vos
para
empezar a ser vos.
Quiero
agarrar ese pensamiento,
y
mantenerlo en mi mano,
con
el puño bien apretado,
y que
como un papel,
como
un billete,
sienta
que sobresale por los costados;
quiero
tu último pensamiento
arrugado
por mi mano,
sentir
la aspereza
de
tus asociaciones,
el
color del hilo con el que atás
imagen
con imagen,
recuerdo
con recuerdo,
hasta
que te tirás en picada
al
precipicio de soñar.
Me
encantaría un día amanecer
y
descubrirme pensando en mí;
y
después seguir soñando lo que soñaste,
con
esta sonrisa,
tirado
en mi cama,
mirando,
así.