-Buenos días. Un gusto conocerlo- dijo Losano.
-¿Un gusto? Usted no experimentó gusto de ningún tipo al conocerme. Mintió- respondió Beltrán, mirando atentamente las manos de Losano.
-Con que estudia lenguaje corporal, ¿eh? Yo estudio también microexpresiones. Qué bueno poder encontrarme con un colega- replicó Losano.
-Usted no cree en lo que dijo. Acaba de alzar los hombros- sentenció Beltrán, entrecerrando los ojos.
-¿Está seguro? Señor...
-Beltrán. Estoy seguro sí.
-Parece estar seguro...Sin embargo siente ira hacia mí. ¿Lo incomodo? Ese puño apretado...
-¡Ahí! ¡Justo ahí! - exclamó Beltrán súbitamente.-¿Qué levantás la comisura de los labios mostrando desprecio, gil?- dijo Beltrán.
-Soltá otro emblema de esos con la mano derecha y te juro que te encajo un tiro.
-Bajame la cejita y poneme horizontal ese mentón, infeliz. Mirá que vengo cruzado y te surto. Qué tiro ni qué tiro.
-¡Ja! - grito Losano, satisfecho-; tuviste que tragar saliva ¿Acaso estás sintiendo alguna emoción fuerte? ¿Miedo, tal vez?
-¿Miedo a vos?- replicó enseguida Beltrán.
-Alzaste tus cejas. Claramente sabés la respuesta a la pregunta que me hiciste- concluyó Losano, señalando con su dedo índice las cejas de Beltrán.
Beltrán y Losano quedaron mirándose fijamente y no se dijeron más palabras. ¿Vaya problema para darle un final a esta historia, no?
Aflojale a egggggmannnn que te está haciendo mal :)
ResponderEliminar(a)Txus
Tú deber es rematar una buena idea, precisamente; por ejemplo, con un gesto de uno de ellos que el otro fuera incapaz de decodificar (léase trompada)
ResponderEliminarPero es muy gracioso de todos modos.
P.D: No sé en el tuyo, pero en mi barrio, eso es pelea.
- Ya le aflojé...me di cuenta que me hacía mal.
ResponderEliminar-Tengo una debilidad por los finales sin remate. Otros, es cierto, a eso le llaman pereza.